Ernesto Rodríguez. Un eterno buscador de emociones
Con la obra Lamedoras de diamantes, el artista visual obtuvo uno de los premios igualitarios del 26 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes.
Ernesto Rodríguez. Un eterno buscador de emociones
Con la obra Lamedoras de diamantes, el artista visual obtuvo uno de los premios igualitarios del 26 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes.
Dice que no hay manera de medir el arte, que las obras tienen valor en sí mismas y que las categorías que señalan que un artista es superior o mejor que otro son un invento de la historia.
Por eso disfruta tanto ser multidisciplinario, crear en libertad y encontrarse en cada vuelta con nuevos materiales que le permitan reinventarse en cada obra.
Como le pasó con Lamedoras de diamantes.
En la instalación escultórica que le mereció uno de los tres premios igualitarios del recién finalizado 26 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, Ernesto Rodríguez comparte el trabajo creativo con un grupo de vacas y materializa una historia que tiene mucho de investigación, paciencia y artesanía.
Una historia bonita, comenta el artista plástico al Listín Diario, que comenzó hace varios años cuando en un establo de Palmar Arriba (Santiago) se encontró con unos pedazos de sal de mina lamidos por vacas.
“Les veo los huecos y sentí que esas piezas eran esculturas talladas a las que solo les quedaban los huesos. Y pensé en ese momento que esas vacas son mejores escultoras que muchos escultores que conozco, porque hacen prácticamente lo mismo: toman un pedazo de madera y las van cortando hasta que sale la escultura”, explica.
Los bloques de sal del establo provenían de minas ubicadas en Barahona.
“Las vacas los habían lamido y les habían dado formas que me impresionaron”.
Entonces decide hacer su propia creación y envía la propuesta al Concurso, resultando seleccionada para la edición 26, que cerró el pasado 19 de febrero en el Centro León.
Para Rodríguez, era una manera irónica de hacer la misma relación entre escultor y vaca pero en su estado puro, sin pretensiones.
Con el apoyo del Centro León comienzan las investigaciones y los viajes a Barahona, a las minas de sal y yeso explotadas en esta provincia sureña.
Ernesto cuenta que hizo turismo, compartió con los mineros y lugareños, se internó en montañas de sal y recorrió muchos de los 21 kilómetros de largo y 14 de profundidad de la mina.
“Quedé impresionado con aquel espectáculo de sal. Una cosa enorme, montañas de sal que han sido explotadas desde la época de Trujillo. Impresionado de aquellos colores, de aquellas transparencias, porque no son piedras, es sal que suele dársele a las vacas como nutriente y es usada también para esculpir y conservar pieles y alimentos”.
Obra
Lamedoras de diamantes (2016) es un políptico de seis esculturas. “El proyecto tenía varios años en formación –expresa Rodríguez–, pero la oportunidad del Centro León logró hacerlo realidad”.
Yaniris López
Listín Diario
Santiago. 2016